miércoles, 13 de marzo de 2013

"Como el lápiz" - Paulo Coelho.



En esta reflexión, Paulo Coelho nos muestra una serie de valores que se pueden descubrir en un objeto normal y cotidiano: un lápiz. Al igual que el abuelo, en la historia, mira más allá de las apariencias y de lo que conoce, nosotros, los docentes, debemos mirar más allá de los chicos, no quedarnos en las apariencias y buscar todas sus cualidades para poder potenciarlas. 

Debemos ser la mano que guía el camino de los niños, ayudarles en las dificultades y enseñarles tanto conocimientos como actitudes y valores para formarles como personas.

Sabemos que la situación personal de cada niño es distinta, por eso debemos ofrecerle una atención personalizada. Así podremos ayudarles con las dificultades que les surjan y sabremos con más certeza qué tipo de problemas tiene cada niño y cómo podríamos solucionarlo.

Tenemos que hacerles ver a los niños que no está mal equicovarse, que es una manera de aprender y no tienen qu tener miedo de decir algo erróneo. Ésto debemos potenciarlo desde todos los alumnos en el aula, evitando las burlas que puedan surgir por parte de sus compañeros hacia el niño que se ha equivocado. 

También tenemos que trabajar en los niños el tema de la igualdad, no sólo entre ellos, sino también con la gente diferente. Hay que educarles para evitar la discriminación, ya no sólo en el aula, sino también en la sociedad. Se puede enfocar hacia varios puntos, la discriminación racial o de sexo son las que más se tienen en cuenta actualmente, aunque también está el tema del bullying en las aulas; tendríamos que educar a los niños en valores para evitar todo esto.

Para finalizar, deberíamos intentar educar a los alumnos de tal forma que "dejemos una huella" en ellos. No quiere decir que se acuerden de nosotros en un futuro, sino que todo lo que les hemos enseñado les ayude a ser mejores peronas y les haya fomentado y estimulado de tal forma que tengan una buena capacidad intelectual para afrontar la realidad, no sólo a nivel de conocimientos en la escuela, sino en la vida cotidiana.

martes, 12 de marzo de 2013

Cortometraje: "Vestido Nuevo".




A partir de lo visto en el vídeo se podría decir que, por mucho que a veces nos hagan creer lo contrario, la escuela no está preparada para el respeto y la total integración de estos niños aparentemente “distintos”. 

A pesar de todo, no sería correcto generalizar esto, ya que la mentalidad va cambiando poco a poco con el paso de los años, y si es verdad que hasta hace poco la reacción habría sido similar a la de los actores del corto, actualmente se controlaría un poco mejor, especialmente restándole importancia al hecho y evitando las burlas de los compañeros.

Para mejorar este aspecto, la sociología nos brinda una serie de herramientas que pueden resultar muy útiles en el aula de infantil. Una de ellas puede ser el rol del docente, que se encuentra determinado por la posición que ocupa en la estructura social. Como el docente es la figura ejemplar para los alumnos, debería intentar mantener una actitud de tranquilidad y normalidad ante situaciones como esta, para que el resto del alumnado no lo vea como algo raro o fuera de lo normal, fomentando así el respeto a la igualdad y la integración.

En cualquier caso, no es necesario escandalizarse ante un hecho como el mostrado por el cortometraje, especialmente en esas edades, que es cuando comienza la primera etapa de la socialización, en el que la familia juega un papel muy importante y se genera un vínculo con las personas más cercanas al niño. También comienza un proceso conocido como “control social”, en el que se nos imponen unos límites y hay una prohibición continua y regulaciones. Este proceso no debería ser tan estricto, ya que los niños hacen las cosas sin pensar, probablemente porque quieren imitar a padres o hermanos, y no se le debería dar tanta importancia, especialmente porque puede causar en los niño un etiquetaje de por vida que puede acarrearle problemas emocionales y sociales.

"Esos locos bajitos" - Serrat





En esta canción, Serrat trata el tema de la familia y la educación de los hijos. Muestra que los padres adoran a sus hijos, pero que en muchas ocasiones quieren protegerlos tanto e impedir que sufran y lo pasen mal, que no dejan que se equivoquen y aprendan por ellos mismos, de sus propios fallos.

Los niños aprenden de todo lo que hacen sus padres, tanto lo bueno como lo malo; aprenden el idioma, las costumbres, la religión, e incluso la forma de ser. Por eso hay que tener mucho cuidado en no transmitirles aspectos negativos, pues se podría comparar a los niños con una esponja; igual que ésta absorbe toda el agua, los niños absorben todo lo que ven, oyen, etc.

Me gustaría destacar la siguiente frase: “Nos empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación
”. Esto me hace recordar el papel del profesorado, pues aunque es cierto que los padres deben dirigir un poco la vida de sus hijos, especialmente en los primeros años, luego deben dejarles libertad para que ellos mismos elijan su camino y se vayan formando. En este aspecto es fundamental el profesor, que no sólo debe de transmitirle conocimientos y valores a los alumnos, sino que debería observarles y ayudarles a ver qué deberían hacer, según sus gustos y capacidades.

En conclusión, lo más apropiado para el correcto crecimiento de los niños sería que la familia y el profesorado colaborasen para fomentar todas las capacidades del niño, y procurar no transmitirle aspectos que puedan resultar negativos “a largo plazo”, sino intentar que crezca de la forma más positiva posible. 

miércoles, 6 de marzo de 2013

I like to play.



I like to play es un spot publicitario de PlayStation. Forma parte de una campaña para fomentar los valores de la familia y que los padres jueguen con sus hijos, centrándose en unos objetivos concretos:
  • Desdramatizar el uso de los videojuegos infantiles.
  • Incentivar el uso de los juegos sociales en entornos familiares.
  • Apropiarse del concepto del juego en su sentido más lúdico y divertido.
Como bien dice en el vídeo, a los niños les gusta jugar en cualquier sitio, necesitan movimiento y espacios abiertos para jugar. Además, en muchos casos no necesitan nada material (ni muñecos, ni consolas, ni pelotas,...), sino que les gusta jugar con papá y mamá. 
Esto es algo que en los últimos años se ha dejado de lado. Como los padres trabajan, generalmente cuando llegan a casa están muy cansados y no tienen ganas de jugar, por lo que les dejan jugando a las consolas para mantenerles tranquilos y sin que estén haciendo mucho ruido. Es un método erróneo, pues de esta forma no se les fomenta el desarrollo social, el juego creativo, etc. 
Para un niño es más enriquecedor jugar con sus padres o con sus amigos, en el parque, en la piscina, en la calle,... Hay una gran variedad de sitios y juegos que les mantienen activos, pues necesitan moverse por los lugares y explorar, especialmente cuando son más pequeños.
En mi opinión la sociedad ha dado un gran salto de una generación a otra a nivel tecnológico, y avanza cada vez más deprisa. En la generación de nuestros padres no existían teléfonos móviles cuando estaban en primaria o secundaria, mientras que hoy en día es raro el niño que no tenga uno aun teniendo 7 años. En muchos casos los padres quieren darle a sus hijos lo que ellos no pudieron tener, en otros los padres se guían por la demanda de la sociedad, es decir, si ven que la mayor parte de los niños con la edad de su hijo tienen un móvil, le acabarán comprando uno.

Sinceramente, no veo lógico que un niño tan pequeño pueda manipular y tener acceso a tanta información sin un control, volviendo al ejemplo de los móviles, se les compra los de última generación con acceso sin límites a Internet. Esto provoca que no crezcan con unos valores adquiridos mediante el juego, sino que se pasan el tiempo enganchados a la red. Mientras que hace unos años era muy común ver a los niños de 10 años jugando en el parque, ahora es más común verlos hablando con el móvil y colgando fotos suyas en las redes sociales.

Para concluir, me gustaría que se reflexionara sobre cómo se están educando los niños rodeados de tanta tecnología; pues, aunque es muy beneficiosa en algunos aspectos, nos olvidamos de que lo mejor para los niños es el juego libre, en movimiento, en la calle, con otros niños, etc. Deberíamos centrarnos más en este aspecto tanto en la escuela como en la familia, ya que es en esta última donde en muchas ocasiones no se les presta la debida atención, cosa que es imprescindible.